sábado, 22 de febrero de 2014

La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014


De Colmenar Viejo al Viaducto del Lozoya


La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014El pasado sábado, a pesar de que las previsiones meteorológicas anunciaban lluvias y fuertes vientos, nos juntamos 17 ciclistas para realizar la ruta de Colmenar Viejo al valle del Lozoyasiguiendo el camino que acompaña el trazado del antiguo ferrocarril Madrid-Burgos. Esta línea volverá a tener vida a partir de la próxima primavera con elTranslozoya, el tren turístico que unirá todos los fines de semana Madrid con los pueblos de la Sierra Norte.
[Más información del Translozoya]

Es muy posible que al entrar en funcionamiento este tren se prohíba la circulación de bicicletas por el camino (al menos los fines de semana), pero aunque no lo estuviese, creo que podría ser peligroso y no me gustaría estar en mitad de un túnel cuando esté pasando un tren por él.

En principio pensábamos que una ruta con un perfil casi plano y por un camino de arena sería un agradable paseo, pero hay tramos bastante complicados, y más en época de lluvias. Para que nuestros lectores puedan hacerse una idea y elegir si quieren hacer la ruta completa o parte de ella, intentaré describir cada uno de los tramos que recorrimos, indicando algunos puntos de paso como las estaciones, apeaderos, túneles y viaductos.

Aquí puedes ver el Track de la ruta en Wikiloc y un mapa de la ruta con los distintos tramos, estaciones, apeaderos y túneles.

La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014
A las 9:00 de la mañana llegaba nuestro tren a Colmenar Viejo, en una mañana fría y lluviosa. No éramos los primeros en llegar, porque algunos compañeros habían cogido el tren anterior (pasan cada 20 minutos), o habían llegado hasta allí en coche.

Después de pasar por los baños de la estación, tras el recuento, 15 ciclistas estábamos preparados para emprender la ruta bajo un fuerte aguacero. Aunque como en todas nuestras rutas, no podíamos empezar sin hacernos la clásica foto de grupo.

Dos ciclistas más, Navalex y Olivares, se habían retrasado y saldrían 20 minutos más tarde para intentar alcanzarnos.

La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014


Tramo 1, de Colmenar Viejo a Soto del Real. 10,5 Km


El primer tramo de nuestra ruta empezaba en la misma estación de Cercanías de Colmenar Viejo. Sólo hay que seguir el camino que sale al final del andén, dejando las vías a nuestra izquierda, y antes de darnos cuenta habremos dejado atrás la estación.

La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014
El camino tiene una pendiente ascendente muy suave, es de arena bien compactada, tiene unos tres metros de anchura y es muy agradable para rodar con la bici... al menos en verano. Ahora con las lluvias la cosa se complica bastante más, al estar varios tramos inundados y tener que rodar por mitad del agua.

En algunas zonas el balasto que se utiliza como base de las vías ha invadido el camino, por lo que se hace algo incómodo circular por encima. Por suerte son tramos muy cortos.

La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014
Nuestra ruta discurre entre las trincheras y terraplenes creados para la vía del tren y nos permite contemplar a nuestra izquierda el parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, el embalse de Santillana y al fondo las cumbres de la Pedriza y la Sierra de Guadarrama. Bueno, en los días despejados, porque el sábado las nubes no nos dejaban ver mucho más allá del camino.

La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014
Este primer tramo rodea Colmenar Viejo por el Oeste hasta llegar a la antigua estación de Manzanares - Soto del Real (Km 10,5), un edificio bien conservado hoy convertido en restaurante. El andén, ocupado en gran parte por la terraza del restaurante, no se encuentra en tan buen estado.

Esta estación, situada frente a la cárcel de Soto del Real se encuentra bastante alejada, tanto de Soto del Real (4 km) como de Manzanares el Real (9 km). En ese punto, justo al pasar la estación, se puede conectar con el carril bici para seguir hasta Soto del Real o volver a Colmenar Viejo.

En este primer tramo yo iba tirando fuerte del grupo, y aunque alguno reservaba sus fuerzas porque teníamos una ruta larga por delante. Hasta esta primera parada habíamos conseguido una media de casi 20 km/h. Esto tenía pintas de que iba a ser un paseo.


Tramo 2, de Soto del Real a Miraflores de la Sierra. 13,2 Km


Dejamos atrás la estación y seguimos nuestra ruta por el camino que acompaña a la vía. Esta ruta no tiene pérdida, siempre llevaremos la vía a nuestra izquierda.

La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014
Este tramo bordea Soto del Real por el este y desde el camino podemos ir viendo todo el pueblo, y al fondo el embalse de Santillana y Manzanares el Real. Según avanzamos veremos también al fondo la Hoya de San Blas, y los puertos de Morcuera y Canencia (bueno, si nos dejan las nubes).

La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014
Pasamos el apeadero de Soto del Real (Km 17,4), en el que aprovechamos para parar a reagruparnos. Ha bajado nuestra media a 18 km/h porque por estos caminos ya no se puede ir tan rápido. Tras hablar por teléfono con los dos "rezagados", vemos que les sacamos más de 10 km de ventaja, por lo que decidimos bajar un poco nuestro ritmo esperando que nos alcancen.

La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014
Cruzamos sobre el Puente de los 11 ojos uno de los mayores viaductos de nuestro camino, y podemos contemplar a nuestra derecha (entre las nubes) el viaducto Arroyo del Valle, el mayor de los viaductos del la línea de AVE a Segovia, con una longitud de 1.755 m distribuidos en 27 vanos, con unas luces de 66 m y una altura máxima de pilas de 80 m.

La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014
El camino se complica. A los enormes charcos, que en algunas zonas eran verdaderos ríos, se suma el balasto que cada vez es más abundante en el camino. Los que llevan bicis de doble amortiguación lo notan menos, pero los de las híbridas no dejan de dar botes entre las piedras ¡Qué tortura!

La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014
En este tramo encontraremos el primero de los túneles de nuestra ruta, llamadoMiraflores I (Km 20,9), un túnel corto, de 140 metros de longitud, en el que no es necesario encender las luces de la bici. Un buen sitio para resguardarse de la lluvia que nos acompañaba durante todo el camino.

La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014
Los primeros que llegamos al túnel aprovechamos la espera para hacernos una foto de grupo. Vaya pintas que llevamos, hasta arriba de barro, con luces en los cascos...¡parecemos mineros saliendo del túnel!
La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014
Finaliza este segundo tramo en la estación de Miraflores de la Sierra (Km 23,6), una de las pocas estaciones que se encuentran en el núcleo de población al que sirven. El estado de conservación del edificio es bastante bueno. Ha alojado hasta hace poco un restaurante en su interior, aunque ahora parece estar cerrado, y tiene andamios montados, posiblemente para una reparación de la cubierta.

Si el primer tramo puede ser un agradable paseo (sobre todo cuando no haya agua en el camino), este segundo tramo no lo es tanto, por el balasto acumulado en el camino. Aún así, puede realizarse en bici sin problemas.


Tramo 3, de Miraflores de la Sierra a Valdemanco. 11,2 Km


La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014
En el tercer tramo, de Miraflores de la Sierra a Valdemanco, encontraremos mucho balasto en algunos tramos del camino y tendremos que atravesar tres túneles en los que será necesario disponer de luces en la bici.

La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014
El primero de ellos será el Túnel de Miraflores II (Km 24,5), de 122 metros de longitud. Es corto y puede cruzarse sin encender las luces. Aprovechamos para reagruparnos y descansar un poco sin mojarnos.

La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014
Pasamos por el apeadero de Navalafuente (Km 29,4), del que no queda ni rastro. Situado muy lejos del pueblo. Los cantos de las piedras hacen sufrir a las bicis, y tenemos los tres primeros pinchazos del día. Víctor, David y yo pinchamos en puntos distintos y nos toca cambio de rueda bajo el chaparrón. La verdad es que estábamos tan mojados con los charcos, que poco importaba lo que nos cayera de arriba.

La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014
Seguimos rodando por verdaderos ríos, y más y más piedras. Alguno le bajó la presión a las ruedas porque ya le temblaban hasta los empastes con tanto bote, aunque finalmente el resultado no fue muy bueno porque acabó pinchando también.

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Llegamos al Túnel de El Perdón (Km 30,0), de 395 metros de longitud, y todo el camino lleno de balasto. Respecto al nombre de este túnel, nos apuntan que debería ser El Pendón, el mismo nombre del monte que tiene encima, pero en el cartel pone muy claro "El Perdón". En este caso sí es necesario disponer de unas buenas luces para poder ver bien lo que tenemos delante de nuestras ruedas. Por más que había insistido lo de las luces al hacer la convocatoria, más de uno lo olvidó y se dejó las luces en casa.

La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014
El siguiente fue el Túnel de La Garguera (Km 31,2), de 248 metros de longitud, aunque con el suelo en buen estado ¡Qué suerte!

En los túneles, los "amigos de lo ajeno" se han dedicado a cortar los cables, han sacado el cobre del interior y han dejado las fundas sobre el camino y la vía, lo que puede hacerte patinar la bici al pisarlos.

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Cruzamos el Viaducto de Bustarviejo, para llegar a la estación de Bustarviejo - Valdemanco (Km 32,1), ubicada junto a la urbanización Fuente Milano (400 chalets iguales en mitad de la nada) y alejada 2,5 Km del centro del municipio.

La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014
El tramo de Bustarviejo a Valdemanco tiene bastantes zonas con balasto y el camino en algunas zonas se hace muy estrecho.

Finaliza este tercer tramo en el apeadero de Valdemanco (Km 34,8), del que solo quedan los andenes.

Este tercer tramo es quizás el más duro, no por la pendiente, que sigue siendo inapreciable, si no por la cantidad de balasto que encontramos en el camino.


Tramo 4, de Valdemanco al Viaducto del Lozoya. 13,7 Km


En este tramo encontraremos los dos túneles más largos de nuestro camino. Tras atravesar la Sierra de La Cabrera entraremos en el Valle del Lozoya, con una pendiente en suave descenso.

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El primero de los túneles es el Túnel de Medio Celemín (Km 35,6), de 2.291 metros de longitud. El camino es lo suficientemente ancho como para circular rápido y salvo un pequeño tramo, el suelo es de arena y sin balasto, lo que nos permite rodar con facilidad.

La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014
Yo llevaba un foco potente en mi bici y otro en el casco, que me hacían ver perfectamente el camino como si fuese de día, con lo que aceleré, y antes de darme cuenta me había quedado solo por delante.

La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014
Pasamos por la antigua Estación de Lozoyuela (km 39,4), hoy demolida y de la que no queda ni rastro, para llegar al Túnel de Mata Águila (Km 40,6), de 2.900 metros de longitud, el más largo de los que recorrimos.

En este caso me quedé el último cerrando el grupo. Nos da una cierta seguridad el ir en grupo, más que por miedo a la oscuridad, por saber que ante un accidente tendremos alguien que pueda ayudarnos. No recomendaría hacer estos tramos de túneles en solitario.

La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014
Salimos del túnel y nos encontramos con una sorpresa ¡No hay camino!. La maleza se ha comido el camino y no queda otra que circular durante varios kilómetros por la mitad de la vía, entre los raíles. ¿No teníamos bastante balasto? pues toma tres tazas!!!

Bueno, tampoco supone mayor problema lo de rodar por la vía, por caminos peores hemos pasado. Eso sí, avisado está el que piense que esto es un paseo. Ni mucho menos.

Pasamos el apeadero de Garganta de los Montes (Km 43,8) y en un suave descenso nos adentramos en el Valle del Lozoya.

El Viaducto del Lozoya (Km 48,5), es una de las mayores infraestructuras del trazado con sus 240 metros de longitud y 45 de altura. Tiene dieciséis arcos de doce metros cada uno, estando dos de ellos sobre un decimoséptimo arco apuntado, bajo el cual se halla el cauce del río Lozoya.

La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014
Hasta este punto habíamos recorrido casi 50 km, en cinco horas, a una media de unos 10 Km/h. Nos quedaban menos de cinco horas para que anocheciese, por lo que decidimos emprender el camino de vuelta por el mismo camino hacia Colmenar Viejo.


Tramo 6, del Viaducto del Lozoya a Robregordo - Somosierra. 26,2 Km


Nos habría gustado seguir al otro lado del valle del Lozoya, y subir hacia Somosierra, pero no nos quedaba tiempo. En este tramo en claro ascenso, habríamos cruzado diez túneles y varios apeaderos. Este es el listado:

Estación de Gargantilla del Lozoya (Km 49,3) actualmente demolida
Apeadero de Navarredonda - San Mamés (Km 53,8) actualmente demolido
Túnel de Solamojada (Km 58,3), de 1.035 metros de longitud
Estación de Gascones - Buitrago del Lozoya (Km 60,2)
Túnel de Los Cerrillos (Km 61,3), de 702 metros de longitud
Túnel de La Cigüeñuela (Km 62,7), de 277 metros de longitud
Apeadero de Braojos de la Sierra (Km 63,9)
Túnel de El Lomo (Km 63,9), de 259 metros de longitud
Apeadero de La Serna del Monte (Km 67,0)
Túnel de La Porrilla (Km 68,9), de 612 metros de longitud
Túnel de La Acebeda (Km 70,2), de 203 metros de longitud
Apeadero de La Acebeda (Km 70,5)
Túnel de La Solanilla (Km 70,5), de 164 metros de longitud
Túnel de La Dehesa (Km 70,8), de 96 metros de longitud
Túnel de La Platera (Km 71,1), de 83 metros de longitud
Túnel de La Cabeza (Km 73,6), de 534 metros de longitud
Estación de Robregordo - Somosierra (Km 74,6)

¿Se podría llegar hasta Riaza?
El tramo del túnel de Somosierra, tuvo un derrumbe en el 2010 atrapando una máquina en su interior, por lo que ese tramo tendría que hacerse en superficie por la antigua N-1. El resto es de suponer que sea más o menos transitable.

Nos quedamos con ganas de hacer este tramo, y no está quitado que en verano organicemos alguna ruta Madrid-Riaza. Lo que no sabemos es si la haremos montados en el Translozoya, o aprovechando los caminos que le acompañan.


¿Y cómo fue nuestra ruta de vuelta a Colmenar?


Cuando ya volvíamos, en una llamada de teléfono, Olivares (que todavía no había logrado alcanzarnos) nos decía que había tenido un problema con la bici, había roto la patilla del cambio y necesitaba ayuda. Por suerte estaba cerca, al otro lado del túnel de Mata Águila.

Aunque nos quedamos varios compañeros para intentar arreglar la bici (cortar la cadena y dejarla sin marchas en modo "fixie"), finalmente nos quedamos Víctor y yo para acompañarle y pedí al resto de compañeros que se adelantasen para evitar que se nos hiciera de noche a todos. La ruta no tenía pérdida, y la vuelta del grupo debió ser una carrera "tonto el último".

Cada uno a su ritmo, los primeros llegaron con las últimas luces del día, a coger el tren de las 18:30, y el resto poco a poco fueron llegando para coger los dos trenes siguientes, ya con las luces de sus bicis encendidas.

Olivares, con mucho esfuerzo y haciendo algún tramo a pie, logró llegar a Miraflores, donde nos despedimos de él. Allí pensaba coger el autobús a Madrid, pero el conductor viéndole lleno de barro y con la bici más llena todavía, no le dejó subir. Finalmente tuvo que recurrir al "comodín de la llamada" (algo que debe evitar todo biker por la bronca que le puede caer en casa) y pedir a su padre que subiese en coche a buscarle.

Víctor y yo viendo que se echaba la noche encima, nos picamos y metimos el turbo como si aquel camino de cabras fuese una autopista. Íbamos volando sobre las piedras, hasta que un nuevo pinchazo en mi bici nos hizo parar (en este caso en la rueda trasera). Un rápido arreglo con parche incluido porque no nos quedaban cámaras, y nuevamente a correr, ya de noche hacia Colmenar Viejo. A unos 30 Km/h por un camino de cabras, pasando de charcos y de piedras. Ya no había tiempo para más, que para pensar en el tren de vuelta a casa.


Una jornada dura, en la que acabamos llenos de barro, calados hasta los huesos, pero contentos por haber pasado el día practicando nuestro deporte favorito, y como siempre en buena compañía.


La ruta del Translozoya en bici, febrero 2014

*** IMPORTANTE ***

Según nos indican en los comentarios, no se puede circular por mitad de la vía del tren.Invadir la vía del tren es ilegal y está penado. Además en breve empezarán a circular dresinas para el mantenimiento de la vía y el propio Translozoya en pruebas, por lo que no es muy recomendable circular en bici por los túneles y por algunos tramos que discurren cerca de la vía. Desde aquí pedimos la máxima prudencia si se va a circular por ese camino e informarse en la estación de Colmenar Viejo sobre la posible actividad en la vía antes de empezar la ruta.

lunes, 17 de febrero de 2014

La importancia de la flexibilidad de la cadera para ciclistas


La cadera es una de las articulaciones más importantes, donde nosotros le dotamos menor importancia de la que posee,  debido a su gran incidencia a la prevención de lesiones o incluso, la mejora del rendimiento. 

Esta articulación es la más cercana de las extremidades inferiores, siendo su raíz o eje, con la función de orientar a éstas a todos los movimientos que se pueden realizar, en este caso, la pedalada. Una gran parte de los treinta y dos músculos pélvicos que tenemos están relacionados con la cadera y su hueso principal, el fémur, situado a lo largo del muslo.

Y a pesar de todo ello, el grupo de los flexores de la cadera no se tienen en cuenta a la hora de fortalecerlos en el entrenamiento ciclista y en su derivado entrenamiento de fuerza. 


Estos flexores que se encuentran entre la pelvis y los muslos, son principalmente los más importantes:

  • Psoas
  • Ilíaco
  • Recto anterior
  • Tensor de la fascia lata
  • Sartorio
Y es que entre todos ellos, juegan diferentes papeles durante el ciclismo siendo todos en conjunción, imprescindibles. Por un lado, el sartorio y el recto femoral, ayudan a flexionar y extender la rodilla junto con la flexión de la cadera mientras que los otros flexores ayudan a estabilizar las piernas para conseguir su correcta alineación con los movimientos del pedaleo.

Si no se ejercitan o fortalecen, pueden acarrear consecuencias graves, como lesiones en esta propia zona o poner en riesgo la musculatura complementaria a la cadera como podrían ser los glúteos (si no está fortalecida los músculos flexores de la cadera, podemos sobrecargar los propios glúteos teniendo como consecuencia los temidos tirones). Y no sólo eso, sino que el hecho de no tener estos músculos fortalecidos, pueden producir consecuencias graves en la espalda o incluso - conocida por muchos deportistas - bursitis de cadera .

¿Y cómo podemos fortalecer estos músculos?

Lógicamente, a través de ejercicios que trabajen la flexibilidad en esta zona. A continuación, os mostramos una propuesta realizada por el Lic. Facundo Ahumada y el prof. Franco Cragnulini en el portal www.g-se.com donde desarrollan una serie de ejercicios para desarrollar la musculatura de la cadera.



El propio autor, indica como sugerencia realizarlos después de la sesión de entrenamiento de fuerza ya sea general o específica, sosteniendo la posición que indica el dibujo unos 20-30 segundos, repitiéndolos 2-3 veces.

Por nuestra parte, la sesión de trabajar la musculatura de la cadera a través de la cadera, ya la hemos incluido a nuestros ciclistas como contenido imprescindible en su planificación deportiva en estas primeras de semanas de adaptación a la nueva temporada. ¡Debes de tener en cuenta cualquier mejora para tu salud y/o rendimiento!

Referencias/Aportes interesantes:

1-. http://g-se.com/es/org/f-ahumada-entrenamiento-o/biblioteca/ejercicios-de-flexibilidad-para-ciclistas
2-. http://www.lifetimeendurance.com/public/228.cfm
3-. http://www.cyclesportcoaching.com/Files/CyclingSpecificStrengthTraining.pdf

lunes, 10 de febrero de 2014

La muerte súbita en el deporte, interesante articulo de ciclismo a fondo

La muerte súbita en el deporte

Uno de las mayores temores que sufren los deportistas habituales puede tener la solución en un diagnóstico precoz
La muerte súbita en el deporte
La muerte súbita en el deporte
Jordi Trías de Bes
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La muerte súbita en el deporte
Jordi Trias de Bes es cardiólogo, doctor en medicina y ciclodeportista

"Aquellos a quienes los dioses aman mueren jóvenes"
Menandro, siglo IV, AC


Millones de jóvenes practican deporte siguiendo el sabio aforismo "mens sana in corpore sano". Los deportistas de competición son considerados hoy en día como una parte especial de la sociedad debido a su estilo de vida único y a la percepción de que representan la máxima salud e invulnerabilidad, capaces de rendimientos físicos admirables y a veces extraordinarios. Entonces, la posibilidad de que jóvenes deportistas entrenados regularmente, tanto en el campo aficionado como en el profesional, puedan padecer enfermedades cardiacas potencialmente letales o ser susceptibles de una muerte súbita inesperada durante la práctica deportiva, parece un contrasentido.
Sin embargo, tales catástrofes continuan ocurriendo, tienen un efecto devastador en la familia del deportista, en sus compañeros y en la comunidad y son, por lo general, ampliamente difundidos por los medios de comunicación creando un gran impacto en todo aquel que esté relacionado y en la comunidad médica.
Y la cuestión que siempre surge es si ese deportista de riesgo podría haber sido identificado en una revisión médica (screening) cardiovascular pre-participación y así esa muerte súbita podía haber sido prevenida.
El primer caso documentado de muerte súbita en la historia fue la del soldado griego Pheidippides (490 AC) quién corrió desde Marathon a Atenas para anunciar la victoria militar sobre los persas, cayendo fulminado dentro de la hora siguiente a su llegada. Trataré de centrar este tema tan dramático en las dos cuestiones que me parecen más interesantes para los lectores de Ciclismoafondo.es:

Incidencia y causas de muerte súbita en el deportista
Medidas diagnósticas recomendables y consecuencias del diagnóstico
En primer lugar, llamamos muerte súbita en el deportista a la ocurrida de forma inesperada durante la práctica deportiva de entrenamiento o en competición, durante la primera hora desde la pérdida de conciencia, ya sea en atletas aficionados o profesionales, con enfermedad cardiaca conocida o no. Debido a su mayor impacto social nos centraremos en las muerte súbita de los deportistas jóvenes (hasta los 35 años de edad). En los mayores de esa edad, las muertes súbitas suelen ocurrir abrumadoramente por una patología totalmente distinta y adquirida como es la enfermedad coronaria ateromatosa expresada en forma de infarto agudo de miocardio. En realidad, la incidencia real de muerte súbita en jóvenes deportistas durante eventos deportivos es incierta, pero con los datos actuales se acepta que es baja.
En una serie de deportistas universitarios norteamericanos (colleges y high-school) se calculó una incidencia de menos de 1 muerte súbita por 100.000 participantes/año, y en una serie italiana de la región del Veneto se reportó una incidencia de hasta 3 por 100.000 participantes/año en deportistas de 35 años o más jóvenes. De hecho, en este estudio italiano se demostró que la práctica deportiva de competición multiplica por 2,5 el riesgo de muerte súbita en adolescentes y adultos jóvenes comparado con el grupo de población joven no deportista habitual. Pero esos jóvenes deportistas que murieron súbitamente resultaron afectos de enfermedades cardiacas hasta ese momento silenciosas tales como diversas miocardiopatías (enfermedades del músculo cardiaco), anomalías congénitas de las arterias coronarias, etc. Por tanto, no se debe considerar a la actividad deportiva per se una causa de fallecimiento sino, más bien, un desencadenante de arritmias cardiacas letales originadas en corazones previamente enfermos.
También sabemos que la muerte súbita del deportista es mucho más frecuente en varones que en mujeres en una proporción 10:1, sugiriendo que el sexo masculino es en sí mismo un factor de riesgo. En cuanto a las causas habituales de muerte súbita del deportista, consideramos que la más común es la enfermedad coronaria aterosclerótica (infarto de miocardio) en los fallecidos mayores de 35 años, mientras que en atletas y deportistas más jóvenes se han descrito un más amplio repertorio de enfermedades cardiovasculares en su inmensa mayoría congénitas o de carácter hereditario. Hay diferencias entre países.
En USA, varias series de autopsias de deportistas fallecidos por muerte súbita señalan a la miocardiopatía hipertrófica como la causa más común explicando más de una tercera parte de fallecimientos de deportistas en ese país. Esta enfermedad, de carácter hereditario, consiste en un anormal crecimiento muscular (hipertrofia) de una parte del corazón que puede determinar obstrucción a la salida de la sangre hacia la aorta, insuficiencia de la válvula mitral y arritmias letales. Afecta a 1 de cada 500 personas de la población total pero sólo en un tanto por ciento pequeño se manifiesta clínicamente. El segundo lugar lo ocupan diversas anomalías congénitas de las arterias coronarias (origen anómalo de las mismas), seguido de miocarditis, displasia arritmogénica de ventrículo derecho, miocardiopatía dilatada, conmotio cordis (o contusión torácica no penetrante por proyectil en forma de bola de deportes como hockey, etc.., que desencadena una arritmia fatal), síndrome de Wolff-Parkinson-White (una anomalía eléctrica cardiaca que puede inducir taquicardias graves). En todas esas enfermedades, la muerte ocurre al desencadenarse una arritmia letal (fibrilación ventricular) y prácticamente siempre haciendo deporte. Más raramente, la muerte súbita es causada por mecanismos no arrítmicos como los casos de ruptura de la arteria aorta, o por enfermedades no relacionadas con el corazón como asma bronquial o ruptura de un aneurisma cerebral.
AUNQUE LA MUERTE DE TOM SIMPSON SE DEBIÓ A LA MEZCLA DE SUSTANCIAS QUÍMICAS EL DESENLACE FUE EL MISMO QUE SE DESENCADENA EN UN EPISODIO DE MUERTE SÚBITA

Sin embargo, en otras zonas geográficas como en el norte de Italia, la causa más frecuente de muerte súbita del deportista no es la miocardiopatía hipertrófica sino la displasia arritmogénica del ventrículo derecho (también en España). Aparte de factores genéticos poblacionales implicados, la explicación sobre estas diferencias se hallaría en el sistema de examen médico obligatorio vigente por ley en Italia desde hace 30 años para todo adolescente que desee enrolarse en un deporte individual o de equipo y que consigue descubrir la mayor parte de miocardiopatías hipertróficas antes de que sea demasiado tarde.
En lo que respecta a diferencias en la incidencia de muerte súbita según el deporte practicado, en USA son más frecuentes en jugadores de basket y de fútbol americano y en Europa, en una serie del Dr. Doménico Corrado (Padova, Italia) con 49 casos de muerte súbita en deportistas menores de 35 años, el deporte más frecuentemente implicado fué el fútbol con 22 casos (45%), seguido a distancia por el baloncesto con 5 casos (10,2%), la natación con 4 casos (8%) y el ciclismo 3 casos (6%).
En nuestro país, las Dras. Mª Paz Suárez-Mier y Beatriz Aguilera de la Sección de Histopatología del Instituto de Toxicología de Madrid, publicaron hace pocos años una revisión del resultado de las autopsias macro y microscópicas de 61 casos de muerte súbita durante la actividad deportiva que abarcaban edades de 11 a 65 años, durante 7 años.
Si bien el estudio no tiene mucho valor epidemiológico-estadístico porque no recoge todos los casos de muerte súbita asociada al deporte ocurridas en la zona geográfica de influencia, para mayor desasosiego de los que practicamos ciclismo aunque el fútbol estuvo asociado en esta revisión a un gran número de muertes súbitas (21,3% del total y 33,3% de los menores de 35 años), el deporte más asociado a muerte súbita fue el ciclismo, siendo responsable del 34,4% de todos los fallecimientos de edades 11 a 65 años (media de 36 años), y nada menos que del 24% de los fallecimientos en los menores de 35. Entre las conclusiones de este estudio, las autoras establecen que "en esta serie la enfermedad arterial coronaria ateromatosa (infartos) es la causa más frecuente de muerte súbita relacionada con el ejercicio por encima de los 30 años, destacando su asociación con el ciclismo." Y también "los reconocimientos médicos realizados habitualmente a los deportistas pueden ser insuficientes para detectar patologías que pueden causar una muerte súbita. Merecen especial atención las personas que practican ciclismo de forma no profesional."

Miocardiopatía hipertrófica. Sección transversal biventricular del corazón de un varón de 30 años que falleció practicando ciclismo. Su corazón pesaba 405 g y presentaba una hipertrofia septal asimétrica.
En otro orden de cosas, se ha propuesto una clasificación de los deportes, con vistas al riesgo cardiovascular y muerte súbita, de acuerdo con sus componentes estático y dinámico. Los ejercicios dinámicos (ciclismo) producen gran consumo de oxígeno y sobrecarga de volumen, mientras que en los ejercicios estáticos (gimnasio) lo más característico es el gran aumento de la presión arterial y la sobrecarga de presión del corazón. La mayoría de los deportes asociados a muerte súbita tienen un componente dinámico alto y un componente estático moderado o alto. Precisamente, ciclismo, triatlon, canoa/kayac, boxeo, remo y patinaje de velocidad reúnen ambos componentes.

La solución
Diagnóstico precoz, esa es la clave para reducir la incidencia de muerte súbita en los deportistas, ya que, por desgracia, a menudo es la primera y definitiva manifestación de la enfermedad.Veamos qué recomiendan los expertos y qué se hace en la práctica. La mayoría de deportistas menores de 35 años que mueren súbitamente no tienen antecedentes familiares de eventos cardiacos fatales, ni tampoco han presentado síntomas previos de enfermedad cardiaca antes de su muerte. Por tanto, un protocolo de revisiones médicas basado solamente en una historia clínica de los deportistas y en un examen físico, como se halla recomendado en USA por la AHA (Asociación Americana del Corazón), es de nula utilidad o escasa para detectar defectos cardiacos potencialmente letales (p.ej. muchos de ellos no producen un soplo cardiaco). En cambio, la adición de un simple electrocardiograma de 12 derivaciones a ese chequeo incrementa muy notablemente la sensibilidad de la revisión médica para detectar enfermedades hereditarias del músculo cardiaco (miocardiopatías) o trastornos en la conducción eléctrica del corazón. A mi modo de ver, Italia es el ejemplo a seguir ya que por Ley estatal en vigor, desde hace unos 30 años, cualquier adolescente que desee practicar un deporte de equipo o individual que le exija un entrenamiento regular debe someterse a una revisión médica (que incluye electrocardiograma) realizado por especialistas, los cuales, en caso de normalidad, emiten un certificado de aptitud para el deporte. Para los americanos, con 10 a 12 millones de deportistas que anualmente habrían de pasar esos requisitos y la rareza de las enfermedades cardiacas capaces de provocar muerte súbita en toda esa masa de deportistas, es de difícl implementación (¿relación coste/beneficio?). Sin embargo, en ese mismo país, se publicó un estudio retrospectivo en el que se mostraba que solamente un 3% de deportistas que habían fallecido súbitamente de enfermedad cardiaca, habían sido calificados como sospechosos de padecer problemas cardiacos en el examen médico previo basado en historia familiar y examen físico y ninguno había sido descalificado para la competición. Definitivamente, el Electrocardiograma sistemático, como hacen los italianos, consigue detectar anomalías hasta en el 90% de los que padecen miocardiopatía hipertrófica (la causa más frecuente de muerte súbita en el deportista) amén de porcentajes nada despreciables de anormalidades electrocardiográficas en el resto de enfermedades. No en balde, la Sociedad Europea de Cardiología ha propuesto un "Protocolo Europeo" de revisiones cardiovasculares deportivas para prevenir muerte súbita en deportistas, el cual, es apoyado por el Comité Olímpico Internacional (COI), y que adopta el modelo italiano por haber demostrado su utilidad. Incluso la FIFA realizó ese modelo de revisión con electrocardiograma incluido a todos los jugadores de fútbol que participaron en el Campeonato del Mundo de Alemania en el 2006.

El mejor consejo
Otros temas que dejaremos para una próxima entrega es el de los criterios médicos para descalificar a un deportista una vez diagnosticado de enfermedad cardiaca; las a veces sutiles diferencias entre el llamado "corazón de atleta" (o cambios fisiológicos de adaptación en el tamaño del corazón presentes en muchos deportistas) y una verdadera patología hipertrófica; las presiones del propio deportista al que se le diagnostica un problema cardiaco, del entorno familiar, espónsors, clubs o equipos, que dificultan una decisión médica; medidas a implementar por parte de las distintas federaciones (en todas las categorías), clubs deportivos y Gobierno. Y, ¿Cuáles son los límites razonables para la práctica del deporte?

Por último, creemos que para prevenir la muerte súbita en aficionados al deporte que entrenan regularmente, quizás habría que realizar campañas de sensibilización dirigidas a la población para que se sometieran a reconocimientos médicos específicos antes de practicarlo, especialmente en deportes como el ciclismo.

En este dramático vídeo se ve la muerte súbita de Miklos Fehér en 2004, mientras disputaba un partido de fútbol.